Cuando pusimos en marcha la radio allá por octubre del año en curso, tomamos una serie de decisiones muy arriesgadas, no poner nada actual, salvo que su calidad u originalidad nos llamase la atención.
No programar nada que otros ya hicieran, por ello, nos dirigimos a varias discográficas italianas de esas que en España no son muy conocidas con un gran y variado catálogo.
Nos centramos en rescatar algo de pop español de los 80 ya olvidado en la radio y recurrir al jazz, a la música ambiental y productores musicales afincados en Nueva York e Italia respectivamente.
Nos decidimos a escoger algo de música clásica para que los melómanos se sintieran en casa.
También nos centramos en música que pudiera escucharse tanto en un ascensor como en un negocio.